90 años con la gastronomía

30 CON LA GASTRONOMÍA «si algo no me gusta, lo meto en el cajón del olvido». La coletilla de protesta se debe a que «me voy haciendo abuelo cebolleta y meto también pataletas con el mundo». Reseñar la experiencia desde un prisma positivo y «sin poner mal a nadie» es un ‘modus operandi’ que siguió también en su etapa Peio García Amiano y el mismo que ha heredado su hijo Oraitz. Una falta de crítica negativa que, recuerda García Amiano «solían echarme en cara», pero que responde a una mentalidad de empatía: «Sé lo que es estar en ese otro lado y no se puede echar por tierra a la ligera el trabajo de toda esa gente». Ello, sin embargo, no les ha restado la «credibilidad» que consideran les da firmar en El Diario Vasco y, por ello, ante una cuestión que detectan a mejorar «se comenta en privado y no se publica», reue entre las páginas de política, deporte, economía, cultura, etc. de un periódico se cuele la gastronomía es algo que lleva sucediendo en El Diario Vasco desde hace décadas. Y no solo en el ámbito de la actualidad, sino también de la crítica gastronómica, a través de firmas que, con diferentes estilos y visión del oficio, tratan de aportar su granito de arena al sector en todas sus dimensiones. Sus nombres quizá no hayan adquirido la misma relevancia que los de los grandes chefs, pero ellos también han sido impulsores de la gastronomía guipuzcoana hacia la posición de liderazgo y de repercusión que ha ostentado de un tiempo a esta parte. Quienes fueron colaboradores de la cabecera, Rafael García Santos y Peio García Amiano, y los actuales, David de Jorge y Oraitz García, han sido llamados a compartir su visión, en ocasiones discordante, de la crítica gastronómica. ¿Aliados o enemigos? Es el mismo concepto de ‘crítica gastronómica’ el primero que despierta opiniones dispares, ya que cada uno entiende y desarrolla el oficio desde su propio punto de vista. Como «cocinero disfrutón al que le gusta escribir», David de Jorge se antepone como chef para renegarse como crítico y define su labor como una «crónica gastronómica protesta» explicando que «me dedico a hablar y a escribir amablemente de los sitios que me gustan y que creo que la gente tiene que probar», mientras que #«Lo que más me gusta es ser de utilidad al lector y tocarle la bra al hostelero, que se sienta orgulloso de su trabajo. Eso es una victoria» DAVID DE JORGE Texto: Mirari Gómez Fotos: Luis Mari Unciti Q CRÍTICOS PEIO GARCÍA AMIANO Procedente de una familia amante de la cocina, con 18 años y desde la sociedad gastronómica Artzak Ortzeok de Intxaurrondo (Donostia) comienza a destacar en diversos concursos. Así saltó a los medios, donde tuvo primero un programa radiofónico y después, la página semanal de El Diario Vasco. Una experiencia «muy bonita» de 20 años que combinó con su faceta todavía activa como organizador y colaborador de eventos gastronómicos populares. Su trayectoria tiene un gran tinte solidario y desde hace ocho años está inmerso en la ONG Zaporeak que alimenta a diario a 3.000 refugiados. Diferentes voces de la crítica gastronómica comparten -y discrepan- su visión sobre un oficio que, sin fórmula establecida y desde múltiples aristas, también ha contribuido al reconocimiento de nuestra gastronomía Cada rma, su estilo: así es la divulgación gastronómica DAVID DE JORGE Estudió en la desaparecida Escuela de Cocina de San Sebastián y, tras varias experiencias «pelotudas con enormes chefs» de ambos lados de la frontera, trabaja desde hace más de 30 años de la mano de su «muy amigo y socio» Martín Berasategui. Conocido como Robin Food, además de «guisandero», es autor de una decena de libros gastronómicos y ha sido presentador de diversos programas de cocina en televisión. Colaborador habitual en medios escritos y radiofónicos, publica desde hace 15 años una página semanal en El Diario Vasco y El Correo.

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