90 años con la gastronomía

46 CON LA GASTRONOMÍA #Los hoteles María Cristina, Londres y Monte Igeldo siempre han ido un paso por delante en la celebración de bodas Las diferentes comarcas de Gipuzkoa siempre han tenido un restaurante, o varios, referente a la hora de organizar los banquetes BANQUETES Y CELEBRACIONES i echamos la vista quince o veinte años atrás y pensamos en cómo eran las bodas por aquel entonces nos daremos cuenta de cómo han evolucionado los enlaces y, por supuesto, los posteriores banquetes. ‘Candy bar’ con dulces, recenas tipo ‘fast food’ o chupitos de los más modernos licores son algunas de las nuevas irrupciones que llevan algún tiempo imponiéndose en los convites posteriores al enlace matrimonial y que hace apenas dos décadas no se llevaban. Si ese ejercicio lo extrapolamos a mediados del siglo pasado, la diferencia, lógicamente, es abismal. Aquellas bodas en blanco y negro eran mucho más íntimas y comedidas y con menos excesos que las que hoy se celebran. En lo gastronómico, las cosas también eran muy distintas. Si viajamos 90 años atrás en el tiempo, nos daremos cuenta de que aquella sociedad estaba en puertas de vivir una Guerra Civil que todo lo condicionaría. Tras ella, llegaría el racionamiento, por lo que era impensable plantear banquetes pantagruélicos en los que los platos se sucediesen unos tras otros. No fue, así, hasta mediados de los años 50 cuando los menús de boda fueron tomando cuerpo de nuevo y la gastronomía recuperó su importancia dentro La gastronomía ha jugado un papel destacado en las bodas, que han sabido adaptarse a las tendencias culinarias del momento, si bien la calidad de la materia prima ha sido el denominador común de estos últimos 90 años Del racionamiento al ‘show cooking’, pasando por la sopa y la caza Texto: Álex López Fotos: El Diario Vasco, Fototeka y hoteles S de los enlaces matrimoniales. Se llevaban mucho los entremeses, tanto fríos (los fiambres y los mariscos no solían faltar), como calientes. Normalmente, solía ponerse también un consomé o sopa y, después, en las carnes solían llegar los asados o la caza. La tarta nupcial siempre ha sido el postre elegido para estas citas. Eran, pues, menús más o menos largos, pero más copiosos y contundentes. Sobre todo, si los comparamos con los de hoy en día, en los que se suelen buscar una mayor frescura o ligereza en las recetas. Lugares clásicos En Donostia, eran muchas las parejas de otras ciudades que venían a contraer matrimonio atraídas por el ambiente señorial del que siempre ha podido presumir la capital guipuzcoana y, por supuesto, por su belleza. Ambos aspectos convergían (y siguen haciéndolo) en tres hoteles que se especializaron en la celebración de bodas, como es el caso del María Cristina, Londres y Monte Igeldo. A las imponentes instalaciones de todos ellos y a su cuidada cocina, hay que sumar la perfecta ubicación del primero y las vistas a la bahía de los otros dos. La boda soñada siempre era más factible en cualquiera de ellos. No eran, ni mucho menos, las únicas opciones a la hora de celebrar el banquete, pero siempre fueron un paso por delante entre los hoteles. Y, saliendo de Donostia, hay otros muchos lugares que son un clásico a la hora de celebrar una boda. ¿Cuántas se habrán organizado en el Lasa de Bergara, en Palacio de Ozaeta, dirigido durante décadas por Koldo Lasa y hoy gestionado por Grupo Bokado? También son muchísimos los matrimonios que han celebrado su boda en los comedores del Salegi de Itziar, que abrió sus puertas en 1881 y hoy tiene al frente a la quinta generación; o en el Otzarreta de Zarautz, con sus espectaculares jardines en los que celebrar tanto la ceremonia como el resto de la boda. También tiene mucha historia y una enorme tradición en el ámbito de las bodas el Hotel Restaurante Etxeberri de Zumarraga. Llevan más de 50 años celebrando enlaces (hoy en día también se puede realizar en sus jardines la ceremonia) y calculan que han organizado más Eventos muy distintos. En la foto de la izquierda, un evento en el Hotel María Cristina en los años 20. Sobre estas líneas, una comida organizada en Donostia en la segunda mitad del siglo XIX con motivo de la llegada del ferrocarril. Menú Berasategui. Un menú de boda de 1994.

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