90 años con la gastronomía

CON LA GASTRONOMÍA CRÍTICOS sociedad más falta de ética que nunca», opina García Santos. A juicio de De Jorge, el «problema» de dicha cuestión es que «se diluye el talento. Lo que antes estaba muy limitado, al alcance de unos pocos capacitados, ahora es accesible a todo el mundo y cualquier persona tiene medios y se cree con galones para escribir, hacer podcasts, grabar recetas…». Sin embargo, respecto a las ‘críticas’ interesadas y de dudosa objetividad, no las considera algo extraordinario ya que «lo de ser un jeta no es algo nuevo en el sector, ha ocurrido toda la vida y no hay que echarse las manos a la cabeza». Oraitz, por su parte, llama a distinguir entre ese contenido populista de las redes y la «opinión autorizada y de valor de los expertos» que presumen de tener «seriedad y veracidad». En ese sentido, siendo una de las firmas más jóvenes reclama que «falta gente en la nueva generación de periodistas gastronómicos. A veces me siento solo». Por último, García Amiano tiene claro que en un contexto actual en el que «salen hasta debajo de las piedras quienes se hacen llamar críticos y se creen en el poder de decir burradas», la labor y figura de la crítica gastronómica adquiere mayor relevancia. Y sitúa Gipuzkoa como referente en el oficio: «Somos un territorio que ha sido siempre punta de lanza de la gastronomía en general, pero también en la crítica hemos ido de avanzadilla. Los críticos hemos sabido cuál era nuestro espacio y aportar nuestro granito de arena a que la gastronomía haya alcanzado tan alto nivel. Somos un espejo al que mirarse para el resto del mundo». Su trayectoria ha girado -y sigue haciéndolo- en torno a una actitud colaborativa y de hermandad entre agentes del sector gastronómico porque «siempre me ha gustado ayudar y nunca he sido de decir que no», lo que le ha llevado a estar muy activo como jurado, como organizador, como colaborador… en eventos gastronómicos de muy diversa naturaleza. Le apena que «cuando eres una firma en El Diario Vasco todo el mundo te reclama, pero cuando ya no tienes el bolígrafo ni el poder del periódico la gente se olvida de ti y te dejan de lado». Heredando la visión servilista de su padre, Oraitz García considera «una suerte descubrir los lugares más recónditos en los que comer bien» y poder compartirlo tanto con el lector, «gente de a pie» a quien «damos referencias de dónde acudir a disfrutar alrededor de una mesa», como con el hostelero, siendo este «un medio que apuesta mucho por la gastronomía y un portal de gran visibilidad» para los negocios. Proliferación de ¿impostores? El sector de la gastronomía no ha escapado a la irrevocable irrupción de la tecnología y las redes sociales, donde el mundo ‘foodie’ campa sin límite y se ha convertido en un gran nido de influencers gastronómicos. Es decir, perfiles con un alto nivel de popularidad que ejercen de críticos ante la atenta mirada de sus miles de seguidores. Es el nuevo paradigma al que se enfrenta la crítica gastronómica y que está sometiendo la gastronomía a «una vulgarización enorme» por parte de «una #«Escribo con pies de plomo. Una mala reseña en un medio de gran visibilidad y apuesta por la gastronomía como El Diario Vasco puede hundir un negocio» ORAITZ GARCÍA RECONDO El legado de Lapitz y Busca Isusi, amigos y pioneros del impulso de la cultura gastronómica JOSÉ MARÍA BUSCA ISUSI Gastrónomo y escritor, Busca Isusi (Zumarraga, 1916-1986) fue una de las grandes figuras vascas de la divulgación gastronómica del siglo XX. Referente para muchas ‘amas’, a quienes transmitió sus conocimientos culinarios, emanaba un gran amor por la cocina, lo que le llevó a fundar y presidir la Cofradía Vasca de Gastronomía. Autor de una decena de libros, dejó su huella en numerosas publicaciones y radios y colaboró con El Diario Vasco en la sección de ‘El Mirador’. Su incansable labor fue reconocida con el Premio Nacional de Periodismo Gastronómico en 1976, siendo también una eminencia en su localidad natal, donde fue nombrado hijo predilecto de la villa y el concurso de buzkantza de las fiestas de Santa Lucía se celebra en su memoria. JUAN JOSÉ LAPITZ La cocina y los viajes fueron las dos grandes pasiones de Juan José Lapitz (Hondarribia, 1934-2017), pionero del periodismo gastronómico y referente del fomento de la cultura culinaria vasca. Fundador tanto de la Federación de Cofradías Gastronómicas (Fecoga), como de la Academia Vasca de Gastronomía, dejó su impronta en innumerables publicaciones, libros, proyectos, asociaciones y eventos, ligados todos ellos con la divulgación de la tradición culinaria a ambos lados de la muga. Fue colaborador desde 1994 de El Diario Vasco, donde contó con la sección semanal ‘Saber y Sabor’. Su incansable trayectoria vital y profesional quedó grabada en ‘Juan José Lapitz, memorias de un gastrónomo vasco’, biografía escrita por Fernando Sánchez Gómez. ORAITZ GARCÍA RECONDO Hijo de Peio García Amiano, ha vivido «desde bien pequeño» la pasión por la gastronomía que emana su familia. Periodista de formación, arrancó el recorrido ayudándole en pequeñas tareas a su aita, a quien considera «el mejor profesor que he podido tener» y de quien tomó el testigo del artículo semanal que firma hace casi una década en El Diario Vasco. Es coautor junto a su padre del recetario saludable ‘A tu salud’ y en solitario de ‘Gure jatetxeak. Nuestros restaurantes’, una guía gastronómica recopilatoria del trabajo de Peio en El Diario Vasco y que «sirvió para marcar el relevo y homenajearlo». 32

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