San Marcial 2023

Ospatu primeran eta zaindu ingurumena! Gozatu jaiak arduraz ŧǴļϴŗƍǟȤƍơƤļǴǼϽϰ SANMARCIALES 7 Viernes 23.06.23 EL DIARIO VASCO JAIAK Las manos desconocidas de las cantineras Vestuario. Maddi Agirregomezkorta se estrenó el año pasado en el puesto de modista y cuenta los detalles ocultos de las pruebas del traje de las cantineras EKAITZ RETAMOSA Uno de los primeros cometidos que tienen las 19 cantineras del Alarde tradicional al ser elegidas es el de llamar a Nerea Ugarte, representante de las cantineras en la Junta del Alarde, y a Maddi Agirregomezkorta Gaztelumendi (Hondarribia, 1998), la modista y las manos de las 19 jóvenes que vivirán con ilusión y nervios su 30 de junio. La hondarribitarra tiene su trabajo al margen de la moda. Aparte de sacarse su carrera universitaria, realizó un Grado Superior de vestuario a medida, sastrería clásica y de espectáculos. y compagina su jornada laboral con pequeños encargos a medida. «Es aquí cuando entra el Alarde de Irun, ya que durante un mes y medio trabajo a tope al combinarlo con mi jornada laboral. Es un esprint», explica la modista. Será su segundo Alarde, ya que tras la pandemia asumió el reto de sustituir a Consuelo, la anterior modista, con «vértigo y miedo, pero con ilusión y ganas. Es un trabajo muy meticuloso, difícil, que implica ser rigurosa y no todo el mundo confía y tampoco quiere tomar esa responsabilidad». Uno de los capitanes puso encima de la mesa el nombre de Maddi Agirregomezkorta y, junto a ella, varias candidatas tuvieron una reunión. «Se habló de cómo se trabajaba y cuando se decidió que yo iba a ser la siguiente modista me reuní con Consuelo y vimos los trajes, me enseñó cómo planteaba el trabajo». La joven hondarribitarra asume que es un trabajo que se mira «con lupa» al estar expuesto a la opinión pública. «Son fechas muy importantes para la gente de Irun y se mira todo de arriba abajo. Por una parte, sientes miedo, pero por otra me veía capaz ya que llevo muchos años cosiendo». Para este año, Maddi Agirregomezkorta comenzó a trabajar el fin de semana del 6 y 7 de mayo, después de que se eligiesen a las cantineras de la Escolta de Caballería (María Díaz) y de la Batería de Artillería (Aintzane Galarza). «No puedo adelantar nada de trabajo, por lo que cuando van siendo elegidas las voy citando. En las primeras dos semanas asignamos el traje que más se le ajuste a cada cantinera y, después, empiezo a coser y a arreglar», detalla la modista. Tras esas confecciones que lleva a cabo en el local que la Junta de Mandos y la Junta del Alarde tienen en el barrio de Dunboa, llega el momento de la segunda prueba. Ahí, si todo está perfecto, no es necesaria una tercera prueba. «Este año hemos tenido que hacer un traje nuevo de arriba abajo, porque no ha cuadrado ninguno de los que había, por lo que hemos necesitado una tercera o incluso una cuarta prueba». No es hasta el fin de semana anterior al gran día cuando las cantineras se llevan a su casa los trajes. «A nivel de polvo como de humedad hay que cuidarlos muchísimo, por lo que cuanto más tiempo estén en el local con las condiciones óptimas, mejor», comenta Agirregomezkorta. Antes del 30 de junio, la modista aún tiene un último cometido. «El día 29, según termina cada una su revista de armas, vienen y les coso la banda a la barrica». Una vez pasado el sueño de desfilar como cantineras, a los dos o tres días vuelven a donde la modista para entregar los trajes. «Los llevo a la tintorería y después, como la parte del cuello es blanca y se desgasta debido al roce del maquillaje, cambio esa parte del traje». Una vez realizado ese trabajo, se meten en el armario hasta el año que viene. No solo con las cantineras Al margen del trabajo intenso durante los meses de mayo y junio con las cantineras, Maddi Agirregomezkorta también recibe otro tipo de peticiones ligadas con el Alarde. Diferentes mandos le piden que les cosa el galón o que les haga diferentes arreglos en la vestimenta. Como ejemplo, la modista cuenta que el pasado año el nuevo comandante de Infantería, Rubén Fraile, le pidió que le cosiese a la chaqueta el galón amarillo y blanco, mientras que este año ha arreglado el frac del general, Paco Carrillo. Al igual que el año pasado, este 30 de junio Maddi Agirregomezkorta vivirá el día de San Marcial aliviada, pero también «con tensión, porque si pasa cualquier cosa tienes que estar atenta». Durante el día hay que corregir pequeñas cosas, como coser algún botón suelto, por ejemplo. «Siempre existe ese miedo a que pase algo y es por eso que voy con mi kit en el bolso», cuenta la modista. Lo que está claro es que el vínculo que se crea entre las 19 cantineras y Maddi Agirregomezkorta es especial y duradero para el resto de sus vidas. «Me parece un privilegio ser parte del proceso de sus sueños; es emocionante». Al igual que el pasado año, la modista acudirá al monte San Marcial, sitio «especial e importante» para ella, y no dudará en fotografiarse con las 19 jóvenes que serán las protagonistas del día. Como tantos puestos dentro del Alarde, el de la modista es desconocido, pero sin sus manos nada sería igual. La modista empezó a confeccionar los trajes de las cantineras de este año el primer fin de semana de mayo. F. DE LA HERA «Viviré el día 30 con tensión, porque si pasa cualquier cosa tienes que estar atenta; me llevaré mi kit en el bolso»

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