SANMARCIALES 5 Viernes 23.06.23 EL DIARIO VASCO JAIAK sola fotografía de ese momento constituiría de por sí un documento gráfico muy importante. Por aquellos años el semanario El Bidasoa publicaba unos excelentes números extraordinarios dedicados a las fiestas de San Marcial. Luis Vallet, bajo el seudónimo de ‘Kazkazuri’, era asiduo colaborador de El Bidasoa; contaba con la facilidad para escribir un artículo o presentar una original fotografía, pero sobre todo hacía muchísimos dibujos para ilustrar las páginas de los artículos de autor que se firmaban en aquellas revistas. El Bidasoa se convirtió en un pequeño museo gráfico en el que Vallet compartía protagonismo con la posiblemente más brillante generación de ilustradores de nuestra ciudad: Gaspar Montes Iturrioz, Bernardino Bienabe Artía, Rafael Munoa, Antonio Valverde ‘Ayalde’, José Bort y ‘Tienda’, entre otros. Quizá, hoy día, una exposición o una publicación a este respecto tendría mucho sentido. Hasta el año 63 Nestor Basterretxea fue un artista muy completo pero sobre todo fue un gran dibujante. Esta facilidad para el dibujo y la importante nómina de ilustradores que se sucedían en aquellas páginas le sedujeron lo suficiente como para iniciar su colaboración en los extras sanmarcialeros del mencionado periódico. En 1958, recién instalado en su vivienda estudio de la avenida, colaboró con El Bidasoa mediante un pequeño texto titulado ‘Memorial al P. Donosti’, en el que aportaba un bonito dibujo de la capilla y de la estela que Vallet y Oteiza habían instalado el año anterior en el monte Agiña de Lesaka. En el suplemento de fiestas de 1959 Basterretxea era entrevistado por el periodista Javier de Aramburu. Para maquetar la entrevista, además de dos fotografías del momento de la conversación, se incluyeron dos ilustraciones del propio creador: un sencillo dibujo de un jinete cayendo de su caballo y un apunte sobre una escena del Juicio Final de claro corte expresionista. En el número extraordinario de 1960 la colaboración de Basterretxea se convirtió en protagonista. De nuevo Javier de Aramburu se hacía eco del importante viraje, ya sin retroceso, del artista desde el plano hacia la escultura. Basterretxea participó en el reportaje de Aramburu con la inclusión fotográfica de dos de sus primeras piezas escultóricas: ‘Cantábrico’, de 1959 y ‘Plano estallado’, de 1960. Por otro lado, el artista también añadía un estupendo apunte para un artículo que él mismo recomendaba del escritor y periodista vizcaíno exiliado en Buenos Aires, José Olivares Larrondo, conocido como ‘Tellagorri’. Basterretxea finalizaba su trabajo en el suplemento festivo con un texto que tituló ‘Oteiza en América’, a raíz del Concurso Internacional al que se presentaron el arquitecto Roberto Puig y el propio Jorge Oteiza. Exceptuando un pequeño texto, ‘Continuidad’, que el artista añadía al extraordinario de 1961, las últimas aportaciones especiales de Basterretxea para El Bidasoa fueron en 1963; el semanario comenzaba a perder su fuerza y el dibujante estaba centrado en nuevos retos profesionales ligados al mundo del cine. Pese a ello, en el especial de 1963 adjuntó una aportación gráfica para un texto de Alberto González Carredano, incluyó una poesía de su propio puño titulada ‘Último diálogo’ y firmó un precioso dibujo de tres soldados de la Segunda Guerra Mundial para un texto del periodista Antonio Viglione. Este sencillo artículo demuestra, a modo de homenaje, el bonito legado gráfico y literario de Basterretxea a través de las páginas del periódico El Bidasoa. El artista demostraba su compromiso de adaptación camaleónica a una cultura y sobre todo a su fiesta, cuando apenas llevaba cinco años residiendo en nuestra ciudad. «Quizá hoy en día tendría mucho sentido una exposición sobre los ilustradores de El Bidasoa» «Basterretxea demostró su compromiso de adaptación camaleónica a la ciudad, a su cultura y a sus fiestas» Dos ejemplos muy diferentes de los dibujos que Nestor Basterretxea aportó a los especiales de fiestas de la revista El Bidasoa.
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc0NTQ0