RECIBE LA AYUDA QUE NECESITAS EN TU CASA Lope de Irigoien Kalea, 7 bajo. IRUN www.etxekoi.net 943 53 68 91 606 16 00 95 ASEO PERSONAL . ACOMPAÑAMIENTO . TAREAS DOMÉSTICAS Viernes 23.06.23 EL DIARIO VASCO 14 SANMARCIALES JAIAK El castillo de Gazteluzar tuvo una breve vida activa. Fueron apenas tres décadas, pero en un período clave para la ciudad de Irun: construido en 1515 y derruido en 1542, Gazteluzar fue testigo de la batalla de San Marcial de 1522. Erigido sobre una colina situada a unos 40 metros de altura, domina el barrio de Behobia y el estratégico vado del Bidasoa. El entonces rey Fernando el Católico lo mandó construir para controlar este enclave ante posibles incursiones de las tropas francesas. Esto termina ocurriendo en otoño de 1521: los soldados franceses entran en Gipuzkoa y toman Gazteluzar. «El 26 de junio de 1522 los castellanos recuperan el castillo y los franceses que lo ocupaban huyen a Hondarribia. El 29 de junio, nuevas tropas francesas logran cruzar el Bidasoa y se instalan en el monte Aldabe, con la intención de tomar de nuevo el castillo. Y el 30, se desencadena la batalla», explica la historiadora Ana Galdós. La contienda concluye, el día 30, con la derrota de los franceses. Fruto de esta victoria se edifica la ermita de San Marcial e Irun planta la semilla que germinará en el Alarde. «Dignificar el pasado» Gazteluzar fue derruido en 1542: se había construido de acuerdo a conceptos de «defensa medieval», pero, cuando se desarrolla la artillería, «el castillo de Behobia no puede hacerle frente». Vuelve a ser erigido, y derribado poco después, en 1719. Durante tres siglos, las ruinas de la fortificación contemplan desde su atalaya cómo Irun se convierte en una ciudad de pleno derecho (1766) y las transformaciones que experimenta. Todo cambia mientras el paso del tiempo reviste lo que queda de los muros de Gazteluzar. Entre ellos, durante un tiempo, existió un caserío cuyas ruinas se retiraron a finales de los noventa. No es hasta 2018 cuando se empieza a hablar de la restauración del castillo, y lo hace la Fundación Irun 1522 que inicia su actividad ese año. Rehabilitar el conjunto era uno de sus objetivos principales. El Ayuntamiento, finalmente, adjudica las obras en 2022. La restauración de los restos de la fortaleza sacó a la luz vestigios ocultos hasta entonces; concretamente, el arranque de parte del cubo Norte. Los trabajos incluyeron un control arqueológico, se centraron en restaurar el conjunto y crear unos paseos peatonales por el mismo. Desde hace unos meses está abierto al público. «Creo que recuperarlo es una forma de dignificar el pasado», valora Galdós. La historiadora explica que «a pesar de que fue un espacio para la guerra, su restauración nos permite comprender y dialogar con nuestra historia. Creo que puede llegar a ser un signo identitario y que deberíamos aprovechar Gazteluzar para hablar del significado de una guerra y de las consecuencias que tiene sobre la población». Tres décadas de vida y cinco siglos de historia Castillo de Gazteluzar. Tras la restauración concluida hace pocos meses, el conjunto patrimonial permite a la ciudadanía acercarse a un período importante de la historia de Irun JOANA OCHOTECO La restauración del conjunto ha incluido la instalación de iluminación nocturna. F. DE LA HERA
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