| 7 | MÁS SALUD | Policlínica Gipuzkoa | UNIDAD DE CIRUGÍA ROBÓTICA La cirugía robótica mejora los resultados funcionales, disminuye la aparición de complicaciones y favorece una más rápida reincorporación a la vida normal 15 AÑOS DE CIRUGÍA ROBÓTICA EN GIPUZKOA El primer robot quirúrgico, creado por científicos de la NASA para operar a distancia, se utilizó en EE.UU. a finales de los 90. En 2008, se estrenó en Policlínica Gipuzkoa, convirtiéndose San Sebastián en la quinta ciudad del país en la que se practicarían cirugías asistidas por robot El 2 de diciembre de 2008 saltaba la noticia en este mismo periódico con este titular: «Robot en el quirófano. Policlínica Gipuzkoa revolucionará las operaciones de cáncer de próstata gracias a la cirugía robótica». De esta forma, San Sebastián se convertía en una las pocas ciudades que apostaban por la cirugía robótica más vanguardista de nuestro país, que permitiría grandes avances sobre todo en las cirugías urológicas y abdominales. Aquella decidida apuesta de Policlínica Gipuzkoa por la cirugía robótica permite celebrar hoy, 15 años después, el éxito de esta técnica quirúrgica en miles de pacientes guipuzcoanos operados, especialmente de cirugía de cáncer de próstata y de cirugía de suelo pélvico, como prolapsos abdominales, tanto de vejiga, como de útero o recto. El doctor Gregorio Garmendia, urólogo de Policlínica Gipuzkoa que lidera el equipo de urólogos que opera mediante cirugía robótica y que realiza más de cien cirugías robóticas de cáncer de próstata al año, destaca el impacto que ha tenido la cirugía robótica a la hora de obtener los mejores resultados en la cirugía de cáncer de próstata, así como la valoración de los pacientes, que «suele ser muy satisfactoria». «La cirugía robótica -explica Gregorio Garmendia- ha supuesto una revolución en el tratamiento de cáncer de próstata localizado», pero recuerda que «el robot no opera solo, sino que el resultado está muy ligado a la experiencia del cirujano». El robot «nos facilita el resultado final porque vemos mejor (visión 3D), tenemos una posición más ergonómica y cómoda, con lo cual se elimina el factor cansancio del cirujano y, además, accedemos a campos quirúrgicos que de otra manera sería complicado. Pero somos nosotros quienes, a través de los pedales y nuestras manos, movemos y/o dirigimos los ‘brazos robóticos; por tanto, el resultado depende de la experiencia del cirujano y su buen hacer», explica el urólogo de Policlínica Gipuzkoa. En opinión de Gregorio Garmendia, «la cirugía robótica mejora los resultados funcionales, disminuye la aparición de complicaciones y favorece una más rápida reincorporación a la vida normal». El urólogo de Policlínica Gipuzkoa reconoce además que «el paciente está poco tiempo ingresado, suele empezar a comer al día siguiente de la cirugía, se le retira el drenaje a las 24 horas, comienza a andar entre las 12 y 24 horas y se va a su casa en un plazo de tres a cinco días. El porcentaje de complicaciones es bajo, no existe tampoco una gran incisión y la necesidad de analgésicos suele ser suave y por vía oral. La valoración de los pacientes suele ser muy satisfactoria». TAMBIÉN CIRUGÍA ABDOMINAL Para el doctor José Luis Elósegui, cirujano general de Policlínica Gipuzkoa, los beneficios de la cirugía robótica para ciertas patologías son también evidentes: «Hemos visto que, en el abordaje de la vía abdominal, las técnicas mínimamente invasivas como la laparoscopia primero y ahora el robot, nos permiten recuperar el suelo pélvico con sus vísceras a su anatomía normal, con la mínima agresión al paciente, de forma que este tipo de intervenciones mejoran sensiblemente el posoperatorio». Actualmente se aplica el robot quirúrgico Da Vinci a cualquier cirugía abdominal tanto digestiva, urológica como ginecológica. En palabras de José Luís Elósegui, este robot quirúrgico «ha llegado para dar sencillez a la cirugía y aúna varias ventajas. En primer lugar y fundamental, está la ergonomía del cirujano; cuando el cirujano se siente cómodo esto influye en el resultado. El médico opera sentado ante una consola y tiene ante sí una torre de visión y un carro de trabajo con sus brazos robóticos. Una vez comenzado el trabajo, tiene las mismas ventajas que una laparoscopia, pero añade una serie de mejoras: el sistema robótico anula el temblor que puede tener un cirujano en las manos y, además, mientras que en la laparoscopia las pinzas solo tienen el propio giro que le puede aplicar la mano, el robot permite giros extremos de 360 grados, lo cual facilita la realización de suturas en posiciones extremas. Es la movilidad de la mano llevada al sumun de la perfección», asegura. Dr. Gregorio Garmendia Urólogo Dr. José Luis Elósegui Cirugía general El robot no opera solo, sino que el resultado está muy ligado a la experiencia del cirujano El Dr. Garmendia habla sobre cirugía robótica y cáncer de próstata El Dr. Elósegui habla sobre cirugía robótica para patología abdominal Unidad de Cirugía Robótica de Policlínica Gipuzkoa
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