MÁS SALUD

| 50 | MÁS SALUD | Actualidad | ACTUALIDAD Es importante realizar revisiones oftalmológicas periódicas y consultar a un especialista en caso de apreciar alguno de los síntomas que aquí se comentan EL VERANO, UNA PRUEBA DE FUEGO PARA NUESTROS OJOS La temporada estival se va y ahora aparecen algunos problemas derivados de la mayor exposición al sol y la realización de actividades al aire libre durante estos meses nuestros ojos se resientan una vez pasada esta estación. En cualquier caso, lo primero que hay que señalar es la importancia que tiene realizar revisiones oftalmológicas periódicas y consultar a un especialista en caso de apreciar alguno de los síntomas que aquí explicaremos. Los ojos son órganos especialmente sensibles y poner su cuidado en manos de un especialista es una cuestión innegociable. EL PROBLEMA MÁS FRECUENTE En estas semanas, uno de los problemas más comunes relacionados con la vista es la conjuntivitis, una consecuencia directa de los baños en piscinas, pero también de la sobreexposición al sol y al polen y las altas temperaturas. Una adecuada higiene ocular Los meses de verano son especialmente sensibles para nuestros ojos y es ahora, cuando la temporada estival ya está pasando, el momento en el que empezamos a pagar esas consecuencias. Hay que tener en cuenta que durante estos meses cambian algunos hábitos que tienen una incidencia directa en nuestra vista. Por ejemplo, en verano la exposición al sol es mucho mayor y también es una época del año en la que se realizan más actividades al aire libre. Además, también hay que tener en cuenta que ni el agua de las piscinas, por el cloro; ni la del mar, que puede tener ciertos organismos, son las mejores aliadas para nuestros ojos. Si a todo ello le añadimos los aires acondicionados o un incorrecto uso de las lentillas, tenemos un cóctel perfecto para que y evitar el contacto con alérgenos son dos medidas a tomar si aparecen síntomas como enrojecimiento, picor, molestias o secreción ocular. En una época del año en la que las rutinas cambian, también suele darse un uso inadecuado de lentillas, que muchas veces deriva en queratitis. Se trata de una inflamación de la córnea que puede darse por un uso desmedido de lentillas, pero también por una exposición excesiva a los rayos solares y a los productos químicos presentes en el agua de las piscinas. Limitar el uso de lentillas y apostar por gafas de sol con protección UV resulta fundamental. En verano también se acentúa el síndrome del ojo seco, debido a un clima caliente y un uso excesivo del aire acondicionado en hogares, vehículos, centros de trabajo... Afecta a personas de todas las edades y se da cuando el ojo no produce suficientes lágrimas de calidad o estas se evaporan rápidamente. En estos casos, una solución puede ser la utilización de lágrimas artificiales, que nos evitarán la sensación de irritación, ardor, secreción y dificultad para abrir los ojos al despertar. Cómo elegir tus gafas de sol Las gafas de sol son las mayores protectoras de nuestra vista durante el verano, pero en ocasiones al comprarlas nos surgen dudas sobre si son las más adecuadas o no. En este sentido, lo más importante, más allá de su forma, color o marca, es que bloqueen al 100 % los rayos ultravioleta. Normalmente, encontraremos en ellas un adhesivo que así nos lo indicará. Además, debemos tener claro que las lentes oscuras no tienen por qué ofrecer necesariamente una mayor protección contra los rayos UV, sino que simplemente disminuyen la cantidad de luz que pasan por esos cristales.

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