Tfnoa. 943 654 601 NAFARROA ETORBIDEA 1, 20400 TOLOSA WWW.ETXEBESTEDENTAL.COM info@etxebestedental.com ONDO PASA IÑAUTERIAK FELICES CARNAVALES Apatta Baratzondo D-28 Ibarra Tel: 943 300 606 INAUTERIAK 9 Jueves 27.02.25 EL DIARIO VASCO JAIAK tuales asentamientos. La consecución de este relativo control sobre el indomable ganado bovino que tenía su hábitat natural en las difícilmente accesibles zonas pirenaicas, habría animado a los habitantes de otras regiones, como las grandes extensiones de la Navarra del Sur o los vastos territorios de la vecina Araba a imitar a sus vecinos de las tierras agrestes del norte en el manejo de los toros, creando lo que hoy en día se conoce como ‘Casta Navarra’. La proximidad de los límites de la baja Euskal Herria con Aragón y Castilla hizo que la expansión del ganado bravo alcanzara todos los confines peninsulares adquiriendo carta de naturaleza en las distintas regiones hasta los niveles que hoy conocemos. Está documentado que uno de los primeros colonizadores, Juan Rodriguez Altamirano, primo de Hernán Cortés, llevó a América varias reses de origen vasco, creando en el nuevo mundo la primera ganadería de bravo, cuyo encaste aún se conserva con el nombre de Atenco. Centrándonos en Tolosa, la relación de los carnavales con los toros ha sido desde siempre indisociable. Los distintos escenarios sobre los que ha girado la animación del Iñauteri han estado en todo momento ligados al lugar donde se soltaban las vaquillas y toretes. Quizá uno de los espacios festivos urbanos más antiguos donde tenía lugar este espectáculo haya sido la Plaza Zaharra y calle Zerkausi (Antigua Solana) que por otra parte constituían el lugar preferido de residencia de la burguesía y las gentes de economía más holgada de la villa. Al terminar de edificarse el conjunto de edificios de la Plaza Nueva, en los hasta entonces terrenos conocidos como Iribaratzeta, dedicados a huertas, los espectáculos taurinos, casi en su totalidad, pasaron al nuevo escenario, más amplio y cómodo. Deja buena constancia de ello la construcción de la casa aún conocida como ‘Toriles’, hoy en día reformada, en la que se guardaba el ganado bravo. El cambio a esta nueva plaza originó que la cercana calle Korreo se convirtiera en la pasarela por la que desfilaba la población creando el ambiente carnavalero que no nos cabe ninguna duda de que no diferiría mucho con el que actualmente conocemos, quizá con el único matiz de la diferencia de clases patente en tiempos pasados, y que hoy ha cedido paso al carnaval igualitario que constituye la etiqueta de Tolosa hacia el exterior. El poder y la capacidad de los toros en ejercer de polo magnético en el espíritu del iñauteri no tiene lugar a discusión, y a lo largo de la historia, el papel de eje vertebrador del espectáculo taurino ha quedado siempre manifiesto. Donde iban los toros, iba la fiesta. El último gran cambio se produjo a primeros del siglo XX, cuando la construcción de la plaza de toros convulsionó el formato que de tiempo inmemorial tuvo el iñauteri. Desde hacía varios siglos, la fiesta se había desarrollado única y exclusivamente en la vieja Tolosa intramuros, y con el nuevo coso se expandió hacia el Paseo de San Francisco. Parece ser que, según contaban nuestros abuelos, a pesar de que la plaza se inauguró en San Juan de 1903, al año siguiente, y quizá también en 1905, los toros de carnaval se siguieron celebrando en la Plaza Nueva porque la gente se resistía al cambio, hasta que, al poco tiempo los morlacos llegaron al nuevo coso, mutando diametralmente el teatro donde se iba a desarrollar el carnaval en adelante. Añadido a los lugares destinados a ‘Coso formal’ para la suelta de las vaquillas, Tolosa ha contado con otros espacios callejeros en los que los jóvenes y los no tan jóvenes se han enfrentado a los astados hasta nuestros días. Organizado por la Sociedad Txinparta, tuvo lugar durante muchos años la sokamuturra de las calles Herreros y Arostegieta, guardándose el ganado dentro del propio local social, que cumplía la función de chiqueros. Además de las sokamuturras, había también ocasiones en las que las vaquillas corrían sueltas, lo que originaba no pocos incidentes al existir la costumbre bastante generalizada de dejar los portales sin cerrar, con lo que los morlacos subían por las escaleras hasta los pisos, que en aquellos tiempos también se encontraban muchas veces abiertos. En cierta ocasión, un hombre salió aterrorizado al balcón gritando que el toro había entrado en su casa causando varios muertos. Cuando algunas personas entraron en la vivienda para reducir al animal, comprobaron que allí no había pasado nada y todas las voces de alarma eran fruto del ataque de pánico del pobre hombre, que a buen seguro soñó con el toro más de una noche. La plaza Euskal Herría (Antigua Justicia) fue otro de los lugares clásicos para la celebración de espectáculos taurinos carnavaleros, con el añadido de que las barracas también se montaban en ese lugar. La planta baja del actual Topic hacía las veces de cuadra y en más de una ocasión los toros subían hasta los autos de choque en persecución de sus burladores. Hoy en día, como vestigio de la implicación callejera en el ambiente taurino, la sokamuturra se sigue haciendo los tres días de carnaval en la calle Zerkausi y Plaza Zaharra. Cuando la Plaza de Toros sustituyó definitivamente a la Nueva, se abrió un nuevo capítulo en la historia del Iñauteri, adquiriendo la fiesta a partir de entonces unas dimensiones que nadie hubiera imaginado pocos años atrás. Tolosa es uno de tantos pueblos de Euskal Herria en los que el espectáculo taurino trasciende la palabra diversión, adquiriendo rango de ceremonia que fusiona lo festivo con el rito ancestral del hombre y la bestia, en el lugar preciso en el que se originó la tauromaquia. En Tolosa, la simbiosis toro-carnaval forma parte del tejido genético de los tolosarras. Podríamos hablar también del carnet genético vasco de las corridas de toros, pero si les parece bien, lo dejaremos para San Juan. Etimológicamente, el nombre betizu se puede traducir como ‘beti izu’, siempre indómito. El poder y la capacidad de los toros de ejercer de polo magnético en el espíritu del Inauteri no tiene lugar a discusión. M.A.P.Y.A La simbiosis toro-carnaval forma parte del tejido genético de los tolosarras. ROYO
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