gastronomika magazine octubre 2024

_ 26 _ UNZU NUEVA AVENTURA EN SU TIERRA «Creo que aún tengo muchas cosas que decir en el mundo del vino» Bodeguero y propietario de Unzurrunzaga & Chivite JULIÁN CHIVITE Por Mikel Encinas. Fotos: Cedidas Tras vender Chivite al Grupo Peralada, Julián Chivite afronta una nueva e ilusionante etapa con la apuesta por un vino de enorme calidad y de pequeña producción en su Cintruénigo natal pálido que considero magnífico y así lo atestiguan las ventas de este año. ¿De dónde viene la idea de lanzarse en busca de este rosé y de calidad que es Unzu? En 2014, mi amigo Juan Mari Arzak me ayudó a lanzar un rosé en Chivite y aquello fue un éxito. Entonces nadie creía en este tipo de vinos estilo Provenzal, pero la realidad es que empezaron a imponerse en el mundo entero. Hoy, quitando algún mercado tradicional del norte de España, el rosado es pálido. En la Provence elaboran, con buen criterio, rosados más ligeros, más frescos, de menos grado y más fáciles de beber, pero también más elegantes y creo que esto es lo que he conseguido con este Unzu, del que estoy muy satisfecho. La propia presentación rompe también con el concepto habitual de los rosados.... Calidad y presentación deben de ir de la mano. La imagen es fundamental, lo mismo que el posicionamiento. Como ejemplo, Unzu Rosé está en todas las tiendas Gourmet de El Corte Inglés y ahí, como en otros sitios, hay que competir con rosados de Provence, que muchos sobrepasan los 30/40 € y algunos llegan a los 120 €. El La suya es una vida dedicada al vino. Julián Chivite (Cintruénigo, 1950) ha trabajado en la bodega familiar durante décadas. Es la undécima generación de su apellido que se dedica a la producción vitivinícola y, a sus 73 años, en un momento de la vida en el que muchos piensan ya en dar un paso a un lado, Chivite ha vendido su bodega al Grupo Peralada y le ha dado un giro a su vida y ha iniciado un nuevo proyecto con las ganas y la ilusión de un chaval de 20 años. Considera que aún puede aportarle mucho al mundo del vino y por eso ha lanzado Unzu, un rosado pálido que sacó al mercado sus primeras botellas a principios de este año tras la cosecha de 2023 en Cintruénigo. Su irrupción no ha podido ser mejor. A continuación, nos cuenta cómo y por qué se ha embarcado en esta nueva aventura. ¿Por qué salió de Chivite? Por desavenencias con mis hermanos, me vi obligado a vender Chivite al Grupo Peralada. Mi interlocutor era el presidente Javier Suque y al retirarse, yo no me entendí con sus directivos, no llegamos a un acuerdo sobre mi continuidad y presenté mi dimisión. Tomé la decisión de dar el salto e ir para mi pueblo por mi cuenta. De este modo, hemos creado el proyecto familiar Unzurrunzaga y Chivite S. L. ¿Qué busca con este nuevo proyecto? Entiendo que mi vida profesional quedó inacabada al dejar Chivite y creo que aún tengo muchas cosas que decir en el mundo del vino. He debutado con un rosado mío está a 16. Los franceses lo han hecho muy bien, han elevado el rosado a nivel de categoría en sí misma, dándole la importancia que merece, como pasa con los tintos o blancos, y eso antes no ocurría. ¿Por qué decidió que el proyecto debía arrancar en su pueblo, en Cintruénigo? Nosotros vendimos todos los viñedos a Peralada y he llegado a un acuerdo con la bodega de mi pueblo. Manejo yo la viticultura de 16 hectáreas de garnacha tinta y siete de blanca en los términos de Molengo, Caratudela y Clavijas. Las viñas tienen un promedio de 30 años. Son parajes que yo conozco desde que era un niño. Elaboro en la bodega del pueblo, siguiendo los criterios que he aprendido en mi casa durante 50 años y embotello allí mismo. Estoy muy contento con lo que estoy haciendo. En el futuro no digo que no vaya a lanzarme con una bodega pequeña, pero de momento, no he querido meterme en más líos. Estamos hablando de un vino de autor, de alta gama y de producción reducida. Así es. Hemos hecho 20.000 botellas este año y están todas vendidas. Justo llegaremos a enlazar con las botellas de la próxima cosecha. ¿Cómo elaboran el Unzu? Es primordial partir de una buena garnacha tinta. En mi caso, es 100 % de garnacha sin ninguna otra mezcla ni de uva tinta ni blanca. ¿Ese color? El mosto está en contacto con el resto de los hollejos unas horas nada más y de la prensa pasa directo a un depósito, de ahí su poco color. Después de la fermentación, hay que trabajar muy bien las lías durante los siguientes seis meses y luego, una vez lograda esa complejidad que el Unzu tiene, se clarifica, se filtra y se embotella. Por eso, nuestro vino de 2024 no saldrá al mercado hasta marzo del año que viene. Pero hay que resaltar que no se trata solo de conseguir un color clarito. Hay más cosas a tener en cuenta para elaborar un gran rosé. Por cierto, que debido a su estructura, es un vino que envejecerá muy bien en botella. ¿Qué espera de la próxima vendimia? Espero poder rondar las 50.000 botellas y estamos intentando hacer un blanco. Estamos haciendo pruebas y, si pasamos la nota, entre los dos podremos hacer unas 50.000 botellas. Siguen siendo pequeñas cantidades, pero estoy muy feliz porque no quiero romperme la cabeza con grandes volúmenes, que la experiencia me ha demostrado que no es bueno. Este es mi proyecto y es en lo que creo. ¿Cómo va la distribución? Tenemos cubierta media España. A algunos sitios de turismo no nos ha dado tiempo de llegar, pero como no teníamos vino para todo… Este año esperamos terminar de cubrir con distribuidores provinciales todo el territorio español y empezaremos con la exportación, que ese ha sido mi fuerte toda mi vida. Unzu puede ser la alternativa a un blanco de categoría: con marisco, pescado, un plato de jamón, carnes blancas, una buena paella...”

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