Escapadas 2024

10 Una cremallera al cielo A mediados del siglo diecinueve las pendientes del monte Larrun estaban cubiertas de senderos. Entre los municipios de Sare, Ascain y Urrugne, había más de 90. La ascensión de Larrun siempre la practicaron los cazadores desde el neolítico, y más adelante fueron los pastores trashumantes, pero la fama le vino un 30 de septiembre de 1859 con Eugenia de Montijo, la cual subió a lomos de una mula. A principios del siglo veinte y con el fin de hacer frente al éxito creciente, se construyó un tren cremallera para transportar a los numerosos visitantes que deseaban disfrutar en la cima de un paisaje excepcional. EL TREN DE LARRUN: UN CLÁSICO DE IPARRALDE A diez kilómetros de San Juan de Luz, entre Ascain y Sare, se encuentra la estación, desde donde parte el tren cremallera de Larrun, en servicio desde 1924. La ascensión que dura media hora, llega hasta la cima del monte Larrun, punto culminante de los Pirineos Occidentales. Su nombre deriva de “lareona”, o buenos pastos, como han llamado siempre los pastores a esta montaña. Desde sus 905 metros de altitud se domina un área de más de 100 kilómetros a la redonda, pudiendo distinguirse en los días claros el cabo de Machichaco hasta la costa landesa, y las cimas pirenaicas. Debido a la altitud, y al cambio de temperatura correspondiente, se recomienda a los excursionistas de llevar alguna prenda de abrigo y calzado cerrado y adecuado para la montaña. El viajero contará como acompañantes de excursión a buitres y milanos, así como caballos semi-salvajes y rebaños de ovejas que pastan en las verdes campas colindantes a la vía. El tren asciende por pendientes sorprendentes que supera una velocidad de ocho kilómetros por hora. escapadas La Rhune. ©Jean-Marc DECOMPTE CG 64

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