Deportistas cinco estrellas

mios Deportistas Cinco Estrellas un recuerdo para esos futbolistas que dibujaron una sonrisa en la boca de todos los txuri-urdin en unos años tan complejos como los inicios de los ochenta, donde el desempleo y el terrorismo atizaban con fuerza a la sociedad. Aquel equipo campeón de los años ochenta se llevó el Premio 90 Aniversario El Diario Vasco y 10 miembros de aquellas plantillas que ganaron las dos ligas consecutivas recibieron el galardón y la portada del periódico del día siguiente a la consecución del título liguero en El Molinón. Julio Olaizola, Salva Iriarte, José Ramón Eizmendi, Tomás Orbegozo, Santi Idigoras, Jesús Mari Zamora, Juan Antonio Larrañaga, Luis Miguel Arconada y Bixio Gorriz se juntaron en el Hotel María Cristina para rememorar viejos tiempos y para llevarse el reconocimiento y la admiración de todos los presentes. Se hicieron todas esas fotos que no se hicieron en los ochenta, cuando nadie llevaba a mano un móvil con cámara. Su presencia sigue imponiendo y cuando salieron al estrado a recibir el premio, muchísimos comensales se levantaron a inmortalizar el momento. Luis Miguel Arconada recuerda «con orgullo» que fueran capaces de lograr algo que probablemente no pueda reeditarse en la historia del club. Para él, como probablemente para cualquier aficionado realista, la Liga de Gijón fue la más especial: «La primera vez que ganas un título tan difícil como la Liga es la más especial. Es un recuerdo precioso». La segunda Liga, como la primera, llegó tras una gran remontada de la Real en las últimas jornadas, gracias a un gran final de campeonato: «Íbamos por detrás y parecía que no contábamos para la pelea, pero al final logramos una gran regularidad y nos presentamos en la última jornada dependiendo de nosotros mismos». Quizá lo sucedido en la campaña anterior al primer entorchado fue clave para el arreón final del equipo en la 80/81 y la 81/82: «Fuimos capaces de estar ahí hasta el final, peleando, sin desfallecer», recuerda el portero de aquel legendario equipo. Pero con las dos ligas no finalizó el ciclo victorioso porque el 28 de diciembre de 1982 la Real conquistó la primera Supercopa de España de la historia, al imponerse en Atotxa al Real Madrid. Fue un partido épico que Luis Arconada recuerda así: «Allí perdimos 1-0 y aquí logramos forzar la prórroga. Y ahí les metimos otros tres. Fue un título que nos hizo mucha ilusión porque era la primera Supercopa que se jugaba». Ya en 1987, en un equipo en el que también ‘sobrevivían’ algunos campeones de Liga como Zamora, López Ufarte, José Mari Bakero, Larrañaga, Gorriz o Gajate, Luis Miguel Arconada logró su último título con la Real, la Copa de Zaragoza ante el Atlético de Madrid, un triunfo que lleva su sello inconfundible porque se produjo en la tanda de penaltis: «Yo tenía a todos los lanzadores estudiados. No había vídeos, pero yo veía todos los Estudio Estadio y me apuntaba por dónde tiraban todos los contrarios los penaltis. En Copa de Europa lo tenía más difícil porque no les conocía, pero los equipos de la Liga los tenía estudiados». El gol de Zamora Probablemente lo de Zaragoza no habría sucedido sin lo de Gijón, o quizá sí. Es imposible saberlo. Lo que es seguro es que el título de El Molinón no habría tenido lugar sin Jesús Mari Zamora. Él recogió el intento de chut de Bixio Gorriz en el último minuto para controlar y disparar al fondo de la portería del Sporting de Gijón. Pensaba el de Errenteria que quedaba mucho más que un minuto para el final: «Poco antes había preguntado al banquillo a ver cuánto quedaba y como es lógico me habían dicho que quedaba mucho más tiempo. Cuando marqué el gol, lo celebramos, sacó el Sporting de centro y no pasó ni un minuto antes de que el árbitro pitara el final del partido». Un colegiado que era precisamente Enríquez Negreira, tan de actualidad hoy en día. Cada guipuzcoano tiene su historia particular sobre lo que estaba haciendo en el momento en el que la Real se proclamó campeona de Liga por primera vez. Zamora estaba disparando, Gorriz «convirtiendo mi peor disparo en mi mejor asistencia», Idigoras «cambiándome en el vestuario después de haber sido sustituido». Recuerda perfectamente ese instante: «Estaba en el vestuario con un directivo y escuché el estruendo de la grada. Salí tal y como estaba al campo a celebrarlo con todos». Pero entre todos los campeones de Liga, probablemente la historia más peculiar del gol de Zamora la cuenta Salva Iriarte: «Estaba mi hijo ingresado y no pude viajar a Gijón. Me quedé con él». Fue el único de los campeones que no estaba en El Molinón aquel 26 de abril de 1981. «Fui a ver al Sanse, que jugaba en Atotxa, y después del partido, a la altura del mercado de frutas cuando me iba hacia casa, vi cómo una mujer tiraba hacia arriba un transistor. Vino corriendo y me dio un abrazo. Éramos campeones de Liga». Luego, Salva Iriarte se unió a la expedición realista para los posteriores recibimientos. Porque hay que recordar que la Real después de ganar la Liga no regresó inmediatamente a Gipuzkoa. Fue a Sevilla, donde debía jugar un partido de Copa. A la vuelta, Gipuzkoa entera salió a la calle para celebrar un título que por ser el primero fue el más especial. Al año siguiente, ante el Athletic en Atotxa, el conjunto de Ormaetxea se proclamaría bicampeón de Liga y luego llegaría la Copa del 87. El relevo de aquella generación lo tomaron Oyarzabal y compañía con la Copa conquistada en La Cartuja. Julio Olaizola, José Ramón Eizmendi, Tomás Orbegozo, Santi Idigoras, Jesús Mari Zamora, Juan Antonio Larrañaga, Salva Iriarte, Bixio Gorriz y Luis Miguel Arconada posan junto a José Urtasun, propietario de Remírez de Ganuza. A. SISTIAGA DEPORTISTAS CINCO ESTRELLAS ARCONADA «La primera vez que ganas un título como la Liga es la más especial» ZAMORA «En El Molinón me habían dicho que quedaba mucho más tiempo» BIXIO GORRIZ «Mi peor disparo se convirtió en la mejor asistencia de mi vida» SALVA IRIARTE «Fui el único que no pudo ir a Gijón porque mi hijo estaba ingresado y me enteré de la victoria en Atotxa, tras ver al Sanse» Los jugadores de la Real celebran subidos a la valla junto a la afición el gol marcado por Zamora en El Molinón que dio el primer título de Liga. 9 Sábado 16.03.24 EL DIARIO VASCO

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