82 COMERCIOS GUIPUZCOANOS 2025 ABIERTA DE MANERA OFICIAL EN 1980 Y CON LA SEGUNDA GENERACIÓN FAMILIAR AL FRENTE, ROCA LLEVA DÉCADAS SIENDO EL LUGAR DE REFERENCIA PARA QUIENES BUSCAN MODA DE MUJER Y HOMBRE, ASÍ COMO TEXTIL PARA EL HOGAR ROCA Fermin Calbeton, 16-18 EIBAR 943 20 80 06 info@rocamodayhogar.com EIBAR www.rocamodayhogar.com Una familia que lleva 45 años vistiendo a los eibartarras y sus hogares Dedicarse al comercio y ser comerciante es una forma de vida. Bien lo sabe la familia Roca, que lleva más de medio siglo vistiendo tanto a los y las eibartarras como a los hogares de la localidad armera y alrededores. Porque, aunque Roca, hoy en día convertido en un emblemático comercio de Eibar, levantara oficialmente la persiana en 1980, su actividad como vendedor de ropa para mujer y hombre, así como de textil para el hogar, se remonta a la década de los 50. Concretamente a 1958, año en el que un matrimonio andaluz recaló en este municipio fronterizo entre los territorios de Gipuzkoa y Bizkaia en busca de un futuro mejor. Él, que ya había ejercido de comerciante en el sur y, por tanto, era conocedor de cómo funcionaba el sector, pudo continuar trabajando de ello gracias al contacto establecido con algunos de los almacenes bilbaínos de referencia en la época, como San Miguel y Eloza, Pedro Abad, Urcelay... que le surtían de artículos de primera calidad y necesidad para la sociedad de la época. Aunque la oferta era amplia, la ola emigratoria de la época hizo que los productos ‘estrella’ en aquellos primeros pasos de Roca fueran los paraguas y los chubasqueros, toda vez que la gente llegada de fuera no acostumbraba a utilizar, o al menos no con tanta frecuencia, esos artículos. Eran otros tiempos y, aunque pueda parecer ficción, la venta era de manera ambulante, casa por casa. La tienda a casa... y en casa El matrimonio echó raíces en Eibar y construyó un hogar, formando una familia con dos hijas, Leli e Inma, que desde bien pequeñas fueron testigos de la actividad comercial con la que sus padres lograban salir adelante. De hecho, convivían con ese trabajo de comerciante, toda vez que una de las habitaciones de su casa albergaba una especie de almacén en el que reinaban las apreciadas sábanas de Tolrá. La familia se mudó a una nueva vivienda que les permitió combinar la venta casa por casa, con la tienda en casa. Y es que mientras el padre recorría los hogares ejerciendo la venta ambulante, la madre atendía a los muchos vecinos de la localidad que se acercaban directamente a comprar al domicilio, que pasó de ser un ‘almacén’ a convertirse en una auténtica tienda con su mostrador, sus baldas ¡y hasta probador! Pero la actividad de Roca crecía, también su catálogo y, una vez las hijas terminaron sus estudios, la familia decidió apostar por el negocio y formalizar su actividad montando una tienda a pie de calle. Así, en 1980, Roca abrió su primer local cara al público en Vista Alegre, la que fue su ‘casa’ durante 19 años. Porque, poco antes del cambio de siglo, en 1999, Roca apostó por trasladarse a una tienda amplia y bien ubicada del centro de Eibar, que le permitió diferenciar su oferta en dos secciones, divididas en sendas plantas: moda de hombre y mujer, y textil para el hogar. Mismos proveedores, mismas caras Tras un cuarto de siglo, Roca continúa en esa misma ubicación, aunque ya consolidado como un comercio clásico de Eibar que ha vestido hasta a tres generaciones familiares y sus respectivos hogares. Personas que, más que una fiel clientela, son amistades. Gente con nombre y apellido con la que han erigido una relación de estrecha confianza y trato. Porque ese es uno de los principales valores de Roca: un equipo que conoce gustos, asesora y aconseja siempre con una sonrisa y el cariño y la dedicación de quien siente pasión por su trabajo. Sin olvidar que su amplio catálogo se rige por una máxima: la calidad. Es por ello que siguen confiando en los proveedores y las casas de siempre y que les permiten asegurar que comprar en Roca es comprar género bueno y duradero. A pesar de lo costoso que resulta la adaptación continua a los nuevos tiempos y modas, al perjuicio que suponen los cambios de hábitos en el consumo textil y a la falta de relevo generacional que acecha al pequeño comercio, las Roca llevan con orgullo el mantener el apellido y el legado de unos referentes que les transmitieron su amor por el comercio local y de proximidad. Porque Leli e Inma no entienden otra forma de trabajar ni de vender. Gracias por estos 45 años y ojalá que sean muchos más.
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