35 Los primeros años tras la fundación de El Diario Vasco estuvieron fuertemente marcados por la inestabilidad política primero, la Guerra Civil, después, y la posguerra, más adelante. Este contexto obligó a muchas empresas a reinventarse, especialmente en la zona de Eibar, donde las armerías jugaban un papel fundamental y tras sufrir una crisis en los años 30 tuvieron que reconvertirse. La fabricación de bicicletas, máquinas de coser o electrodomésticos convirtieron a la cuenca del Deba en una región próspera y en la que radicaban empresas que vivían una época dorada a finales de los cincuenta. No obstante, la posguerra en líneas generales fue dura y en muchas localidades y zonas rurales de Gipuzkoa se pasaban penurias. Ese escenario de depresión fue el que se encontró el padre José María Arizmendiarrieta en 1941, cuando fue destinado a Arrasate. Se trata de un personaje clave en el desarrollo de la empresa guipuzcoana, dado que por muchos es considerado como el padre del cooperativismo. En la siguiente década ayudaría a que cinco jóvenes de Arrasate a los que había seleccionado y persuadido para estudiar ingeniería industrial en Zaragoza formaran ULGOR, la primera cooperativa de lo que hoy es la Corporación Mondragon. Fue el germen de un modelo económico que ha convertido hoy en día a la comarca del Alto Deba en uno de los lugares más prósperos y con menor desigualdad social de toda Europa. A la industria, que se diversificó notablemente durante aquellos años cuarenta, se le sumaban también actividades que iban tomando auge como la construcción de obra pública. Pese a todo, la industria seguía teniendo un peso fundamental en el entramado empresarial guipuzcoano, una industria que se modernizaba a pasos agigantados y que estaba llevando al territorio a ubicarse como un actor clave de la economía estatal durante las siguientes décadas. La Guerra Civil y la posguerra: hora de reinventarse 1935-1949 CON LA EMPRESA GUIPUZCOANA Oro EMPRESAS
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