FUNDACIÓN 32 CON LA EMPRESA GUIPUZCOANA DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN Errotaburu, 1 DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN 943 31 76 00 D construcciones-moyua-sl www.moyua.eus CONSTRUCCIONES MOYUA 1927 Construcciones Moyua se ha convertido en un actor clave en la transformación urbana de Gipuzkoa. Hoy, aunando tradición, progreso e innovación, quiere seguir haciendo territorio SERVICIOS CONSTRUCCIÓN Moyua, 98 años haciendo Gipuzkoa Oñati, 1927. Lo que hoy conocemos como Construcciones Moyua inició su andadura hace ya casi 100 años bajo el nombre de Construcciones Carlos Moyua, como una pequeña agrupación de albañiles oñatiarras dedicada a trabajos menores y reparaciones en caseríos. Superada la Guerra Civil, los socios retomaron su labor con un impulso renovado al incorporar a Pedro Zubiaguirre, un joven visionario que, en su rol de gerente, transformaría e impulsaría la empresa para convertirla en una de las grandes constructoras de Gipuzkoa. A partir de la década de 1950, Construcciones Moyua empezó a asumir proyectos de mayor envergadura, colaborando con ayuntamientos y con la entonces emergente Cooperativa Mondragon, reflejando un compromiso firme con el desarrollo de la comarca del Alto Deba. Este crecimiento llevó a la empresa a un punto de inflexión en 1962, cuando obtuvo la adjudicación para el dragado del puerto de Mutriku, un proyecto que marcaría el inicio de su liderazgo en obras marítimas. Gracias a la creatividad de Zubiaguirre, que inventó el uso de bloques de piedra como método de protección costera, Construcciones Moyua utilizó por primera vez este sistema (hoy habitual) para la construcción del dique de abrigo del puerto de Getaria. Luego replicaría esta innovación en proyectos icónicos como el paseo Nuevo de San Sebastián en 1966 y la emblemática playa de La Zurriola, que permitió la transformación de la ciudad. En 1973, la empresa trasladó su sede a San Sebastián, ampliando su capacidad de gestión y alcance. En este periodo tuvo lugar una colaboración muy especial: la instalación de El Peine del Viento de Eduardo Chillida, en 1977. Un reto asombroso del artista guipuzcoano más universal. Según relata el libro que narra la hazaña, «Pedro Zubiaguirre fue clave en este proyecto, al idear una ingeniosa solución para trasladar la escultura hasta su ubicación en el mar». La solución consistió en utilizar un puente metálico y un sistema de carriles que permitió completar con éxito esta desafiante obra. Ese mismo año, Moyua marcó otro hito al construir el primer hipermercado de Gipuzkoa, el Centro Comercial Mamut en Oiartzun. Luego llegarían proyectos similares tan significativos como Garbera y Urbil. En 1983, la constructora se adentró en el sector de la obra pública con la adjudicación de la carretera que facilita el acceso al Santuario de Aranzazu desde Oñati. Este paso dio inicio a una destacada trayectoria en infraestructura vial y movilidad, haciendo posible la Autovía de Leitzaran, la AP-1 Eibar-Vitoria y el Segundo Cinturón de Donostia / San Sebastián, entre otras. Durante este tiempo, Moyua ha hecho posible la creación de numerosos proyectos residenciales de obra tanto pública como privada, centros educativos, polideportivos, centros culturales… convirtiéndose en un actor clave en la transformación urbana de Gipuzkoa. El compromiso con la sostenibilidad ha llevado a Moyua a ser pionera en la construcción de edificios passivhaus y en el empleo de las soluciones más eficientes y respetuosas con el medioambiente en el desarrollo de sus propias promociones. Hoy, tras 98 años de historia, y con proyectos tan emblemáticos como el Estadio de Anoeta, el Oncológico de Gipuzkoa, la nueva estación de Atotxa o el futuro hospital de Protonterapia, Construcciones Moyua se mantiene fiel a su esencia guipuzcoana y su propósito. Liderado por las mismas familias de Oñati que lo fundaron y respaldado por un equipo humano y técnico excepcional de más de 650 empleados. La marca Moyua es parte indisociable de la historia y de la gran familia guipuzcoana, y un símbolo de tradición, progreso e innovación con una misión: seguir haciendo Gipuzkoa. Una idea de Moyua solucionó la instalación de ‘El Peine del Viento’ de Eduardo Chillida
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