FUNDACIÓN 24 CON LA EMPRESA GUIPUZCOANA EIBAR Matsaria, 21 EIBAR 943 82 00 71 Bbojglobal V@bojglobal boj.es BOJ OLAÑETA 1905 BOJ, a punto de cumplir 120 años, mira al futuro con la misma pasión y determinación con la que Manuel Barrenechea y Fernando Olañeta fundaron la casa a principios del siglo XX INDUSTRIA ACCESORIOS PARA EL VINO Tradición, diseño y compromiso desde 1905 En 1905, en Eibar, Manuel Barrenechea, Bernardo Olañeta y Vicente Juaristi fundan la empresa M. Barrenechea, Olañeta y Juaristi Sucesores de M. Barrenechea y Cía., dedicándose a la fabricación de plantillas para armeros y damasquinadores, además de la estampación y a la acuñación de medallas. Los primeros trabajos que se conservan de BOJ son una colección de 18 muestrarios de plantillas para damasquinadores. Ya en los años veinte, BOJ adquiere los derechos de una patente para la fabricación de hebillas, elaboran también curiosos artículos de veterinaria y a comienzos de los años treinta comienzan a fabricar artículos para ferreterías y zapaterías, comercializados con la marca BOJ. Se apuesta por la fabricación de calzadores con la posiblidad de introducir publicidad, cascanueces forjados, tenacillas para encañonar, pisapapeles con forma de tortuga, abrelatas y utensilios para el descorchado de botellas de vino, como el sacacorchos de doble palanca y del tipo bodega. En 1932, ya comienzan a trabajar con un modelo de sacacorchos denominado ‘doble palanca’, pieza emblemática en la historia de BOJ y representativa del paso de los años. También conocido como ‘Búho’. Este descorchador, a priori sencillo, se convierte en un mítico y en figura de referencia de la marca. Su diseño innovador, patentado el mismo año de su creación, evolucionará con la propia compañía rediseñando el modelo en los años 40 por David Olañeta (hijo de Bernardo y padre de Santiago, actual dueño de la empresa), siendo similar al que actualmente se fabrica. En la década de los cincuenta, David Olañeta transforma un sacacorchos de mesa que un hostelero eibarrés trae de Suiza. Con fecha 6 de abril de 1959 se solicita la concesión de un modelo de utilidad para un sacacorchos de palanca, que se convertiría más tarde en otro icono de la casa: el sacacorchos de pared. Desde la década de los sesenta hasta mediados de los años noventa, décadas doradas para la publicidad, el reclamo publicitario ya está instaurado en los procesos de fabricación de BOJ y algunos de sus productos llenan el mercado con la imagen de grandes marcas comerciales, en las que se encuentran las principales bodegas para los modelos de sacacorchos y las compañías de refrescos y cervezas en el caso de los descapsuladores. Sin embargo, lo que hace que BOJ sea verdaderamente especial es su enfoque en la tradición y la fabricación. La empresa se enorgullece de su historia y del legado de calidad que ha construido durante más de un siglo. Esto ha permitido que los valores y la visión se hayan mantenido intactos a lo largo de tres generaciones, lo que ha contribuido en gran medida a afianzar su reputación en la industria. Además, el compromiso con la comunidad local sigue presente. La empresa colabora activamente en el desarrollo económico y social de Eibar. Esta conexión con la comunidad ha hecho que BOJ se convierta en un símbolo de orgullo para los habitantes de Eibar y ha fortalecido aún más su posición en los mercados. Actualmente, BOJ mira hacia el futuro con la misma pasión y determinación que caracterizan a la marca desde sus inicios, afrontando con confianza los desafíos y perpetuando su compromiso con la excelencia. Los valores y la visión de los fundadores de BOJ se han mantenido intactos durante más de un siglo, lo que ha afianzado su reputación
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