90 años de El Diario Vasco con el comercio guipuzcoano

67 SUPLEMENTO ESPECIAL Sábado 29 de junio de 2024 • Plata • FUNDACIÓN Manuel Martín aprovechó su estancia en Euskadi para formarse como pastelero y crear elaboraciones que son ya historia DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN Ijentea, 2 DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN 943 42 62 09 Bpasteleriaoiartzunsansebastian @Oiartzunss V@aesquinaoiartzun pasteleriaoiartzun.com La esquina más dulce de San Sebastián A Manuel Martín lo destinaron a Euskadi para realizar el servicio militar. Natural de Morón de la Frontera (Sevilla), quiso aprovechar su estancia en tierras guipuzcoanas para formarse como pastelero. Era su pasión y no perdió un solo segundo. Ese amor por los pasteles pronto se convirtió en algo más que una afición. Manuel decidió aprovechar todo el conocimiento adquirido en pastelerías tan relevantes como Industrial Confitera, Pastelería Ayestarán (donde se formó como pastelero) y Dover para abrir su propio negocio. Lo hizo en la localidad de Oiartzun, en 1972, en un primer establecimiento que pronto tuvo que mudarse a unas instalaciones y una ubicación más interesantes. Manuel decidió dar un salto y situar el comercio en el centro comercial Mamut, que se encontraba en pleno crecimiento. Los primeros tiempos fueron muy positivos, pero la llegada de una pastelería barata con la que este no comulgaba, le llevó a darse cuenta de que aquel no era su sitio. La búsqueda de un nuevo local hizo que estuviera atento a cualquier oportunidad. Y esta llegó. Manuel vio en el periódico un anuncio en el que se hablaba de una esquina de San Sebastián, pero no se detallaba cuál. La sorpresa fue gigante al descubrir que se trataba de Ijentea, la ubicación en la que sigue estando abierto este comercio que se ha ganado el cariño de donostiarras y visitantes. Era el año 1987 y, desde entonces, Pastelería Oiartzun ha estado situada en la icónica esquina que mira al Ayuntamiento de San Sebastián y a la basílica de Santa María. Desde esta esquina han visto cómo ha cambiado la ciudad, la peatonalización del Boulevard, la internacionalización de Donostia... todo ha cambiado, pero Pastelería Oiartzun permanece perenne cuidando el legado que tanto gusta a los donostiarras: el buen producto y el buen trato. Con la misma pasión La elaboración artesanal ha sido clave en el éxito de Pastelería Oiartzun. Una manera de trabajar que sigue vigente y que se aprecia en cualquiera de los productos que se exponen en la tienda y se elaboran en el obrador que esta tiene en Egia. Lo que sí ha cambiado son los vendedores. Manuel ha dejado paso a una segunda generación en la que sus hijos David y Montse han recogido un legado que mantienen más vivo que nunca. Tanto es así que esta pastelería donostiarra puede presumir de ser la primera en la capital guipuzcoana en lograr un solete Repsol, un reconocimiento que demuestra el buen hacer de esta a lo largo de los años. Cruasanes, pastel vasco, milhojas, tarta de limón, brazo gitano, pasteles, turrones… Y quien necesite un detalle o darse un capricho, sus pastas y trufas son de lo mejor de la ciudad. La variedad es enorme y siempre mantiene el denominador común de la calidad de la materia prima con la que se elaboran. Ese es el gran secreto y la manera en la que David y Montse quieren homenajear a su padre Manuel. El reciente solete Repsol con el que ha sido reconocida la pastelería confirma que el trabajo está instalado en la excelencia 1972 PASTELERÍA OIARTZUN

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