90 años de El Diario Vasco con el comercio guipuzcoano

19 SUPLEMENTO ESPECIAL Sábado 29 de junio de 2024 • Platino • FUNDACIÓN DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN Hondarribia, 12 943 42 67 35 DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN C. C. Mendibil 943 63 19 52 IRUN BCalzados Tello V@calzados_tello calzadostello.com CALZADOS TELLO La zapatería más longeva de Donostia, en manos de la cuarta generación familiar, ha ido evolucionando de la mano de la sociedad guipuzcoana gracias a una fiel clientela que le ha apoyado durante su larga historia 1903 121 años de una huella comercial imborrable ¿Quién no conoce Calzados Tello? Con 121 años de vida, esta zapatería, la más antigua de la capital guipuzcoana, alberga, llena de orgullo, una larga historia de simbiosis con la sociedad del territorio, a la que lleva calzando durante cuatro generaciones. Coincide en número con la cuarta generación de la saga Tello que dirige hoy día este comercio familiar, cuya oferta se conforma por una amplia gama de calzado nacional e internacional de las marcas más prestigiosas del sector, así como de su propia línea de fabricación nacional. Además de ello, dispone de una amplia sección de complementos y de una sección de cosmética para el mantenimiento del calzado. Pero lo que Calzados Tello es hoy tiene como base una larga historia de adaptación, dedicación, compromiso, profesionalidad y espíritu pionero e innovador que se ha transmitido durante generaciones, guiando su actividad siempre bajo el compromiso de vestir de la mejor manera posible todo tipo de pie. Una historia que regresa al origen El nacimiento de Calzados Tello se remonta a 1903 cuando un joven turolense de espíritu emprendedor, Miguel Tello, fundó un taller de curtidos en Donostia. Habiendo aprendido el oficio de zapatero en Zaragoza, y ante un positivo progreso del taller, se lanzó a montar una fábrica de calzado, además de abrir dos establecimientos de venta. Sentó así las bases de un comercio hoy día emblemático y reconocido que, sin embargo, de la mano de la segunda generación, con Miguel, Guillermo y Domingo al frente, no escapó a los estragos de la guerra y épocas convulsas. El renacimiento llegaría de la mano del relevo generacional, con Manolo y sus hermanas embarcándose en la ardua y revolucionaria aventura de lanzar novedades todos los meses. Así llegó la época dorada y de expansión de Calzados Tello, a la que siguieron muchos años de reinvención constante, hasta que ya en el siglo XXI la cuarta generación, con Ariadna y Estíbaliz al frente, decidió regresar al origen: colecciones propias y producto seleccionado y de calidad con el cliente como foco principal. Y es que, si bien llegaron a alcanzar la decena de tiendas y un proyecto de franquicia, Calzados Tello supo recular a esa esencia de comercio local, manteniendo en la actualidad dos tiendas físicas y una tienda online que le permite llegar a un publico amplio. Siempre de la mano de la sociedad Si bien es cierto que los 121 años de historia de Calzados Tello darían para mucho que hablar, no puede obviarse una pieza fundamental: una fiel clientela que les ha acompañado y ha confiado en la firma durante toda su trayectoria. Sin esas personas, familias, que durante cuatro generaciones han fiado la vestimenta de sus pies a Tello, esta historia no se hubiese podido escribir. Es gracias a ellos que este comercio haya podido permanecer en la vanguardia e innovando constantemente en productos y servicios. Una de las últimas incorporaciones en esta línea ha sido la implantación de un escáner de pisada que ayuda a seleccionar el calzado idóneo para cada persona, además de ofrecer showrooms y sesiones de venta privadas. Y es que asesoramiento especializado y escucha activa han sido siempre señas de identidad del equipo de Tello, siempre experimentado y comprometido por ofrecer a cada cliente lo que necesita. Una forma de hacer basada en el trato personal y profesional que la clientela ha valorado y ha reconocido a lo largo de los años, demostrándolo en forma de confianza y fidelidad. En definitiva, hablar de Tello es hacerlo de una zapatería que ha sabido conjugar tradición y vanguardia, ofreciendo siempre un género de calidad, sin renunciar al dinamismo, la modernidad y la tecnología, y, por supuesto, sin perder nunca los valores de un comercio familiar y de cercanía. Ir a Tello es sentirse como en casa. ©SANTIAGO FARINZANO

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