90 años de El Diario Vasco con Donostia

62 CON DONOSTIA PUERTO DE SAN SEBASTIÁN madera utilizadas por la flota pesquera. La segunda reforma, la de 1980, consistió en un recorte del espigón conocido como Kaiburu. Además, hay que señalar también que en 1988 el ‘portaaviones’ fue reformado, añadiéndole a la antigua estructura fachadas y generando espacios interiores. En 2019, este edificio volvió a ser remodelado, para convertirse en Kofradia, un edificio para la valorización de la pesca de bajura y que, arquitectónicamente hablando, destaca por la utilización de la cerámica. Así resultó la actual fisonomía del Puerto, con una dársena recreativa con capacidad insuficiente para dar amarre a las embarcaciones que optarían a un cobijo en el Muelle donostiarra si este fuese de mayor tamaño; y una dársena pesquera a la que únicamente pueden acceder embarcaciones de un tamaño determinado. Es por ello que en más de una ocasión se ha planteado la posibilidad de construir un puerto alternativo, siendo la opción que más cerca estuvo de plasmarse en realidad la que en los años 90 se planteó entre Monpás y La Zurriola, aunque no llegó a ejecutarse. Mientras tanto, son muchas las embarcaciones que en verano fondean en la Bahía. Hoy en día, el Puerto es un espacio también para el paseo y el ocio. Es una zona peatonal en la que se permite con restricciones el tráfico rodado, que cuenta con algunas viviendas y varios comercios y restaurantes y en la que, además, opera el servicio de Motoras de la Isla: en época estival, hay una línea que va y vuelve de manera constante durante el día entre la dársena y el embarcadero de Santa Clara. También hay otro servicio que ofrece paseos por la Bahía y fuera de ella a donostiarras y visitantes. el Puerto ha sufrido dos importantes reformas. La primera fue en 1943, cuando de la mano del ingeniero Luis Tolosa se trabajó para recortar Kaimingancho, el nombre que recibía el muelle corto. Sobre el tramo que restaba, se colocó una plataforma de hormigón afianzada mediante pilotes y se formó una explanada sobre la que se construyó el conocido ‘portaaviones’, un austero pabellón que se utilizaría para almacenar las cajas de unque el de Pasaia tenga una dársena en San Sebastián, cuando los donostiarras hablamos del Puerto nos referimos a ese coqueto espacio que forma parte de la bahía de La Concha y que, al sur de Urgull, da cobijo a embarcaciones recreativas y a otras pesqueras de pequeño tamaño. Cabe señalar que la instalación fue gestionada durante décadas por el Centro de Atracción y Turismo, pero en 1990 fue traspasada a una sociedad anónima en la que Gobierno Vasco y Ayuntamiento participan a partes iguales. Y es que aunque su construcción moderna se diese en la segunda mitad del siglo XV, nadie ha encontrado desde entonces una solución a las limitaciones de espacio que representa un puerto ‘encajonado’ entre la Parte Vieja, Urgull, La Concha y la propia Bahía. El anterior puerto fluvial de la ciudad era el de Santa Catalina, sobre el río Urumea, pero cuando el tamaño de las embarcaciones creció, tuvieron que buscar muelles de mayor calado para el atraque, surgiendo aquel puerto a los pies de Urgull como una opción mejor. Desde entonces, en torno a 1642, el Puerto fue viéndose sometido a modificaciones que le hiciesen ganar en capacidad y en seguridad. Por ello, aunque podamos caer en la tentación de pensar que el Muelle donostiarra siempre fue como lo conocemos hoy en día, podemos señalar que, en el espacio temporal que nos ocupa, Con una dársena pesquera para pequeñas embarcaciones y otra deportiva, se han buscado alternativas a lo largo de estos años, pero ninguna ha resultado viable Tan coqueto como limitado Texto: Aitor González A Ayer y hoy. En la parte superior de la página, imágenes modernas del Puerto. En la inferior, las antiguas. #En los últimos 90 años, el Puerto se ha sometido a dos importantes reformas que han ido modelando sus prestaciones

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