26 CON DONOSTIA DONOSTIARRAS ILUSTRES Texto: Aitor González Los mejores embajadores de nuestra ciudad Eduardo Chillida nació en San Sebastián un 10 de enero de 1924 y fue un artista reconocido por sus esculturas en hierro y en hormigón. El legado que sobre todo dejó a su ciudad, con el Peine del Viento, es de incalculable valor, pero no es el único regalo que hizo a Donostia un artista que se definía como vasco y universal. Fue portero de la Real Sociedad, pero una lesión de hombro le hizo abandonar prematuramente el fútbol. Estudió, aunque no completó, Arquitectura y continuó su formación en escultura y dibujo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Vivió un tiempo en París, donde en 1950 expuso por primera vez, antes de instalarse en Donostia (ya casado con Pilar Belzunce, su compañera de vida) y comenzar a trabajar el hierro en Hernani. Recibió una gran variedad de premios a lo largo de su vida: de la Bienal de Venecia al Kandinsky, del Wilhem Lehmbruck al Príncipe de Asturias, del Kaiserring alemán al Premio Imperial en Japón. Su obra está presente en decenas de museos e instituciones públicas y privadas de todo el mundo y sus monumentales esculturas se pueden encontrar, por supuesto, en San Sebastián, pero también en otras ciudades como Washington, París, Lund, Munster, Madrid, Palma de Mallorca, Gernika o Berlín. Hernani cuenta, además, con un museo al aire libre en el que disfrutar de su obra, Chillida Leku. Esther Ferrer es una artista interdisciplinar centrada el performance art y es considerada una de las mejores artistas nacionales de su generación. Como muestra, cabe destacar que en 2008 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas de España, en 2012 el Premio Gure Artea del Gobierno Vasco y, en 2014, el Premio Velázquez de Artes Plásticas otorgado por el Ministerio de Cultura. Además, en 2022 se le entregó el Tambor de Oro. Su carrera artística comienza a mediados de los años 60, cuando comienza a realizar acciones, bien individualmente o formando parte del grupo ZAJ, creado por Walter Marchetti, Ramon Barce y Juan Hidalgo. A principios de esa década creó junto con el pintor José Antonio Sistiaga, el primer Taller de Libre Expresión, y desde mediados de los 70, recomienza su actividad plástica con fotografías trabajadas, instalaciones, cuadros basados en la serie de números primos o Pi. En 1999, además, fue uno de los dos artistas que representaron a España en la Bienal de Venecia. En su larga carrera como artista de performances ha participado en festivales tanto en España como en el extranjero y ha expuesto su trabajo plástico en centros de arte de todo el mundo. Juan Mari Arzak fue el primer cocinero que trajo las tres estrellas Michelin a San Sebastián y, desde que lo lograse en 1989, estas nunca han dejado de lucir en el Alto de Miracruz. Pero su figura trasciende, y mucho, a la de su propio restaurante. Y es que sin Arzak no podría entenderse ese movimiento surgido a mediados de los años 70 y llamado Nueva Cocina Vasca, con el que un grupo de cocineros revolucionaron la cocina y crearon un concepto moderno de una cocina que, a su vez, defendía la tradición. Ellos, con Juan Mari y Pedro Subijana como grandes promotores, pusieron en el escaparate mundial la cocina vasca. Antes, en 1966, Arzak se había hecho cargo del restaurante familiar, una casa de comidas en la que su ama, Paquita Arratibel, era la cocinera. Con 32 años, Juan Mari recibió el Premio Nacional de Gastronomía, y su restaurante obtuvo la primera estrella Michelin en 1974. En 1977 se hizo con la segunda y, en 1989, le otorgan la tercera. En la década de los noventa su hija Elena se incorpora al restaurante familiar y, desde entonces, trabajan codo con codo, compartiendo cocina, conocimientos, pasión y ganas por seguir haciendo historia en Arzak. UN ARTISTA VASCO Y UNIVERSAL CON UN LEGADO INMENSO UNA DE LAS MÁS IMPORTANTES ARTISTAS DE SU GENERACIÓN EL PRIMERO EN TRAER LAS TRES ESTRELLAS A DONOSTIA 1924 - 2002 1937 1942 EDUARDO ESTHER JUAN MARI Chi ida Fe er Arzak # Eduardo Chillida cambió la portería de la Real Sociedad por la escultura, dejando un legado enorme a la ciudad Esther Ferrer ha protagonizado una destacada carrera artística desde los años sesenta Arzak transformó la casa de comidas de su ama Paquita en uno de los templos gastronómicos del mundo
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